Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid - Núm 88

Fecha del Boletín 
15-04-2013

Sección 1.4.110.1: I. COMUNIDAD DE MADRID


Código de Verificación Electrónica (CVE): BOCM-20130415-57

Páginas: 8


I. COMUNIDAD DE MADRID

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CONSEJERÍA DE EMPLEO, TURISMO Y CULTURA

57
DECRETO 31/2013, de 11 de abril, del Consejo de Gobierno, por el que se modifica la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, del edificio del Banco Central Hispano, en Madrid.

La Dirección General de Patrimonio Histórico, mediante Resolución de 22 de noviembre de 2012, incoa expediente para la modificación de la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, a favor del edificio del Banco Central Hispano, en Madrid.

En cumplimiento de dicha Resolución, se abre un período de información pública por plazo de un mes, a partir de su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID (BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID de 14 de diciembre de 2012), para que cualquier interesado pueda examinar el expediente y presentar las alegaciones que estime oportunas.

Simultáneamente al período de información pública y por el mismo plazo, se concede audiencia al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, al Ayuntamiento del Madrid, al Consejo Regional de Patrimonio Histórico, a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, a la Real Academia de la Historia y al Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.

Igualmente, se notifica la Resolución a los interesados, a los efectos procedentes, al Ayuntamiento de Madrid, interesándole su exhibición en el tablón de anuncios por plazo de un mes y al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte para su anotación preventiva.

Finalizado el período de información pública y el trámite de audiencia, se han presentado alegaciones que se han estimado parcialmente, y en consecuencia se han introducido modificaciones en el texto definitivo.

Por lo tanto, en el expediente se han cumplido todos los trámites previstos en el procedimiento legalmente establecido.

En su virtud, de acuerdo con lo establecido en el artículo 11 de la Ley 10/1998, de 9 de julio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, a propuesta de la Consejería de Empleo, Turismo y Cultura, previa deliberación del Consejo de Gobierno en su reunión del día de la fecha,

DISPONGO

Primero

Modificar la declaración de Bien de Interés Cultural, en la categoría de Monumento, del edificio del Banco Central Hispano, en Madrid, de acuerdo con lo dispuesto en el Anexo del presente Decreto.

Segundo

Practicar la correspondiente inscripción en el Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, de la que se librará oportuna certificación al Ministerio de Educación, Cultura y Deporte.

Tercero

La entrada en vigor se producirá al día siguiente de su publicación en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID.

Madrid, a 11 de abril de 2013.

La Consejera de Empleo, Turismo y Cultura, ANA ISABEL MARIÑO ORTEGA

El Presidente, IGNACIO GONZÁLEZ GONZÁLEZ

A. DESCRIPCIÓN DEL BIEN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS VALORES QUE LO HACEN MERECEDOR DE SU INCOACIÓN COMO BIEN DE INTERÉS CULTURAL

1. Memoria histórica

La reforma urbana llevada a cabo por el Ayuntamiento de Madrid entre 1867 y 1885 para enlazar con holgura la calle de Alcalá y la carrera de San Jerónimo, siguiendo los principios haussmanianos imperantes en la época, dio como resultado el ensanchamiento de la calle de Sevilla y la creación de la plaza de las Cuatro Calles, posteriormente bautizada como plaza de Canalejas, resolviendo el encuentro con las calles del Príncipe y de la Cruz. Esta operación, unos años posterior a la transformación de la Puerta del Sol, constituyó un paso más en el proceso de dignificación del centro histórico, cuyo mayor exponente fue la apertura de la Gran Vía en 1910. En pocos años ese ámbito se convirtió en uno de los espacios más interesantes y singulares de la ciudad, como consecuencia de la sustitución de los viejos edificios de viviendas por grandes edificios de carácter monumental.

Uno de los mejores solares creados en la plaza de Canalejas, de forma sensiblemente simétrica, que ocupaba todo el frente de la misma entre la carrera de San Jerónimo y la calle de Sevilla, fue adquirido por el Banco Hispano Americano, entidad de reciente creación constituida con capital mixto mejicano y español. En el año 1902 el banco encargó al arquitecto Eduardo de Adaro y Magro, autor de los edificios del Banco de España en Madrid y en varias capitales de provincia, el proyecto para su sede central. Se ha citado la posible colaboración del joven Joaquín Rojí López-Calvo en el desarrollo del proyecto, atribuyéndole algunos detalles de resonancias modernistas. Las obras se desarrollaron entre 1902 y 1905, y por motivos de salud del arquitecto, que falleció a comienzos de 1906, fueron terminadas por José López Sallaberry.

El programa de necesidades incluía oficina bancaria y servicios de la entidad en las dos plantas de sótano, planta baja y primera, y viviendas vinculadas a personal del banco en las tres plantas superiores. A través de un zaguán o vestíbulo situado en el eje de simetría del edificio se accedía al patio de operaciones rectangular en doble altura, porticado en planta baja y acristalado en entresuelo, realizado con pilares de fundición, cancelas y antepechos del mismo material decorados con motivos vegetales próximos a la estética modernista y cubierto por lucernario acristalado. Los documentos gráficos de época atestiguan el interés de este espacio, que quizás no alcanzaba la riqueza del proyectado para el Banco de España pero que tenía un valor incuestionable. Bajo este patio central se reproducía en sótano otro espacio singular en doble altura de similares características, con galería perimetral soportada por ménsulas y barandillas artísticas de forja, cubriéndose con un suelo traslúcido de pavés. Alrededor del patio de operaciones, varios patios secundarios también cubiertos con lucernarios en la zona de oficinas ayudaban a distribuir los espacios, dando como resultado un conjunto ordenado de clara legibilidad. La planta primera o entresuelo tenía organización funcional con despachos en fachada y oficinas acristaladas volcadas hacia el patio de operaciones. El espacio que ocupaba el eje de la fachada de la plaza se situaba a una cota algo superior para dar mayor altura al vestíbulo o zaguán. A las tres plantas superiores se accedía por dos escaleras independientes situadas en las medianerías del solar. El edificio tenía, por tanto, tres accesos dispuestos simétricamente, que se reflejaban claramente en la composición de la fachada.

El elemento más significativo del edificio era precisamente la fachada, construida en su mayor parte con piedra arenisca. En su diseño, Adaro utilizó un lenguaje ecléctico de raíz clásica, tomando como pauta algunas de las líneas compositivas del vecino edificio de “La Equitativa”. Se organizaba horizontalmente en tres cuerpos, un amplio basamento, un cuerpo central de la misma altura que el anterior y un pequeño cuerpo de coronación, que era sobrepasado por dos frontones y un frontispicio central. Esta composición se complementaba con un apretado ritmo vertical de pilastras de un orden arquitectónico que combinaba elementos corintios, compuestos y toscanos, rematadas en coronación por pináculos, todo ello aderezado con profusión de elementos decorativos y escultóricos, entre los que cabía destacar las dos figuras de bulto redondo que flanqueaban la entrada, representando alegorías del Cálculo y la Economía. La rejería de fachada se limitaba a la planta baja, y fue ejecutada por cuatro firmas madrileñas.

Tras la Guerra Civil de 1936, el Banco Hispano Americano adquirió el inmueble colindante de la carrera de San Jerónimo, número 9 (7 bis), para ampliar su sede central. El proyecto fue encargado al arquitecto Manuel Galíndez en 1940. Al solicitar licencia, el arquitecto advertía de que las obras se desarrollarían en cuatro fases, la primera de las cuales sería la ampliación propiamente dicha, mientras que las siguientes serían reestructuraciones del edificio original. Las obras se realizaron entre 1941 y 1944, y significaron la alteración tipológica del edificio primitivo, rompiendo el esquema simétrico de la planta, así como la demolición de buena parte de las crujías interiores. Exteriormente, la fachada fue prolongada de forma mimética por la carrera de San Jerónimo, añadiendo cuatro alineaciones de vanos a los existentes y transformando en ventanas las dos puertas que inicialmente daban acceso a las escaleras de las viviendas.

Interiormente se modificó el programa funcional, transformando las viviendas en oficinas. Desaparecieron los dos accesos y una de las escaleras exclusivas de viviendas, manteniéndose la adosada a la medianería norte. Las dos escaleras de conexión entre las cuatro plantas de uso bancario desaparecieron, sustituidas por una más amplia y visible. En las dos plantas bajo rasante se mantuvo intacto el espacio central en doble altura, añadiéndose simplemente los pilares necesarios para soportar las partes ampliadas o reconfiguradas. Lo más lamentable fue la destrucción del patio de operaciones, obra maestra de la arquitectura de hierro y cristal, sustituido por una estructura anodina más diáfana. El nuevo patio de operaciones se diseñó más amplio, en forma de polígono irregular simétrico desplazado hacia la carrera de San Jerónimo. Se perdió con ello su relación con el zaguán principal y con el eje de simetría de la fachada. Esta alteración de la planta y transformación de los espacios interiores privaron al edificio de su coherencia inicial.

La modificación de la estructura afectó, además del sector demolido, a amplias zonas del resto del edificio, sobre todo en las plantas baja y primera. Las plantas superiores sufrieron menos transformaciones en el sector norte, donde se mantuvo la estructura y organización espacial de patios y escaleras. Las cubiertas construidas con cerchas de acero roblonado acabadas en zinc y pizarra se mantuvieron intactas en fachada y en todo ese mismo sector.

En 1942, el banco adquirió el inmueble de la calle Alcalá, número 12, que fue demolido para construir una segunda ampliación de su sede central. El proyecto fue redactado por el propio Manuel Galíndez y se conectó con el existente en todos los niveles. En 1943 adquirió la sede de Credit Lyonnais, edificio construido en 1904 con fachada a la calle Alcalá y carrera de San Jerónimo. Se formó con ello un aglomerado de cuatro inmuebles con numerosos patios interiores, cuya organización en planta fue creciendo en complejidad, llegando a ser confuso y laberíntico.

En el año 1962 se realizó una nueva ampliación del edificio de plaza de Canalejas 1, con proyecto del arquitecto José María Chapa Galíndez, para crear comedores de empleados y nuevas oficinas. Consistió en la elevación de una quinta planta sobre las crujías interiores del edificio, dejando intacto el cuerpo de fachada. También se elevaron en la misma operación dos plantas en otros inmuebles del complejo. A pesar del retranqueo de las nuevas construcciones, el resultado fue bastante negativo, ocasionando la pérdida de la silueta original del edificio desde el ámbito urbano de la plaza de Canalejas y las calles Príncipe y carrera de San Jerónimo.

En el año 1971 se realizó la transformación en garaje de las dos plantas de sótano que todavía conservaban parcialmente la configuración arquitectónica original, fundamentalmente el gran espacio central en doble altura descrito anteriormente. Con esta obra, proyectada por los arquitectos José María Chapa Galíndez y Luciano Díez Canedo, desapareció el último resto singular del interior original de Eduardo Adaro.

En el año 1978 se produjo la última obra importante en el edificio, cuyo objeto fue la ampliación de la Agencia Urbana Bancaria, extendiéndola a las plantas baja y primera.

Las sucesivas reformas interiores realizadas en esos años modificaron sustancialmente la decoración interior de las zonas de oficinas. Solamente los despachos de la crujía exterior en las plantas nobles conservaron parte de la decoración original, en concreto la carpintería, herrajes de puertas y ventanas, así como elementos aislados como chimeneas y cubreradiadores.

En el resto del edificio se perdió toda la decoración, conservándose únicamente algunos forjados y pilares de acero roblonado en las plantas superiores como testimonio del edificio primitivo. El interés de esa estructura es muy escaso, ya que se trata generalmente de sencillos tubos de acero cilíndricos con cabeza acartelada, embutidos en machones de fábrica de ladrillo.

En 1991, el Banco Hispano Americano se fusionó con el Banco Central, formando el Banco Central Hispano. A su vez en 1999 se produjo la fusión bancaria del grupo Banco de Santander, que ya incorporaba el Banco Español de Crédito, con el Banco Central Hispano. Esa circunstancia propició la conexión interna del edificio histórico de plaza de Canalejas 1 con el edificio “La Equitativa” de calle Sevilla, números 3 y 5.

En el año 2004, el Banco de Santander, propietario del inmueble, trasladó los servicios bancarios del Banco Central Hispano a su nueva sede financiera de Boadilla del Monte, manteniendo la Agencia Urbana en planta baja y dejando vacío el resto del edificio, tal como se encuentra en la actualidad.

2. Descripción del bien objeto de la modificación de la declaración y de los elementos que lo componen

La sede histórica del Banco Hispano Americano es un complejo de edificaciones entre medianeras situado en la plaza de Canalejas, que se extiende por la calle Sevilla y la carrera de San Jerónimo. Limita por todo su perímetro con otros inmuebles de uso bancario.

La fachada tiene tres tramos diferenciados, de los cuales el central es un chaflán curvo de gran desarrollo, y los laterales son tramos rectos de longitud desigual a las calles adyacentes. Construida en su mayor parte con piedra arenisca, es el elemento más significativo del edificio. En su diseño, Eduardo Adaro utiliza un lenguaje ecléctico neorrenacentista y neobarroco, tomando como pauta alguna de las líneas compositivas horizontales del vecino edificio de “La Equitativa”, especialmente la gran balaustrada que recorre todo su perímetro. La organización o composición horizontal de la fachada es la clásica de tres cuerpos, basamento, cuerpo central y coronación, combinada verticalmente con un apretado ritmo vertical de pilastras de un orden arquitectónico personal que combina elementos corintios, compuestos y toscanos.

El basamento abarca dos plantas del inmueble con alturas de piso holgadas, abandonando el concepto utilizado durante la centuria anterior de ligar un entresuelo de servicio a la actividad de la planta baja. En este caso, el entresuelo se trata como una planta de carácter noble, aunque sin balcones ni elementos volados. Arranca este cuerpo con un breve zócalo de granito en el que quedan integradas las ventanas del semisótano. En todo el basamento se aprecia un fino y cuidado diseño de los elementos arquitectónicos y escultóricos que escapa al carácter rústico habitual de esta parte de los edificios. Solamente las juntas rehundidas entre sillares en las pilastras, que recuerdan vagamente los almohadillados tradicionales, diferencian el tratamiento con el resto de la fachada.

El cuerpo central, separado del basamento por una balaustrada corrida, abarca también dos plantas del edificio, y tiene una altura similar. Está recorrido verticalmente por un orden de pilastras de fuste liso y capiteles derivados del orden corintio con collarino y volutas muy desarrolladas. Entre las pilastras se sitúan los balcones de las plantas segunda y tercera. Destaca en el eje central del chaflán el tratamiento de pilastras y columnas superpuestas, aplicando recursos plásticos explorados en la arquitectura barroca romana. La separación del cuerpo central con el de coronación es un entablamento clásico, con arquitrabe, friso fuertemente decorado con relieves de formas vegetales y amplia cornisa apoyada en parejas de ménsulas que prolongan las pilastras.

El cuerpo superior o de coronación es una planta de altura más reducida, en la que las pilastras del cuerpo inferior se prolongan y rematan en pináculos de espíritu neorrenacentista. Los balcones de plantas inferiores se transforman en este nivel en ventanas clásicas coronadas por frontones curvos. Las pilastras superpuestas del eje central de la plaza tienen aquí remate adecuado en un gran frontispicio formado por una combinación de frontones curvos, grande y quebrado en tres planos el inferior y liso el superior, todo ello adornado por orlas y escudo central. Este frontispicio se repite algo más simplificado en los extremos de las fachadas a las calles laterales, marcando la primitiva posición de los accesos de planta baja.

La ampliación mimética de la fachada realizada sobre el solar de la carrera de San Jerónimo, número 7 bis antes de 1944, es un elemento diseñado por Manuel Galíndez con acierto y discreción, ya que se limita a replicar la composición realizada por Adaro, introduciendo un nuevo eje vertical en el extremo donde sitúa una nueva puerta de traza idéntica pero de decoración más sencilla que la existente, rematada en coronación por otro frontón similar. Las primitivas puertas de acceso a las escaleras de viviendas, convertidas en ventanas, están provistas de rejas artísticas y son distinguibles por las tarjas decorativas de los dinteles.

La decoración escultórica de la fachada, de gran calidad y cuidado diseño, está al servicio de la arquitectura y se localiza en ménsulas, dinteles de huecos, claves de los arcos, frisos de entablamentos y remates de balaustradas. Entre los elementos decorativos que se repiten de forma sistemática hay que citar serpientes entrelazadas del basamento o flores de lis en las tarjas o cornucopias. Dentro del conjunto destacan los dos edículos que flanquean la puerta principal, con peanas y doseles de abigarrado diseño y profusa decoración vegetal de estilo neorrenacentista, donde se ubican las figuras alegóricas del Cálculo y la Economía, obras del escultor José Alcoverro.

La rejería de planta baja, cuyo elemento más notable es la cancela de entrada, es obra de los talleres madrileños de Gabriel Asíns, Jareño y C.a Juan González y la Sociedad de Construcciones Metálicas. En la reforma de 1944 se perdieron las cancelas de las puertas laterales de las viviendas.

La cubierta inclinada del edificio del cuerpo exterior se resuelve con cerchas metálicas de acero roblonado, sobre las que se dispone un tablero de rasillas y cubrición de pizarra con remates y piezas especiales de zinc. Son de reseñar los tres diferentes tipos de elementos de ventilación cruzada e iluminación del espacio bajo cubiertas, pequeñas beatas de entrada de aire de la parte inferior del faldón, las pequeñas buhardillas de salida de aire sobrecalentado de la parte superior y las buhardas de iluminación en la zona central, cubiertas con bóveda de medio cañón.

La crujía exterior del edificio conserva la mayor parte de los forjados originales, aunque ha sido muy alterada la tabiquería o distribución de espacios, lo que ha originado la pérdida de la mayor parte de la decoración original. Se ha podido comprobar puntualmente la alteración total o parcial de algunos tramos de forjados, como el techo del zaguán y zonas de planta tercera. La estructura vertical de pilares ha sido modificada casi en su totalidad en sótanos y plantas inferiores. Podría estar intacta, aunque oculta, la estructura perimetral del zaguán. En planta primera se conservan fundamentalmente elementos de carpintería vinculados a la fachada. En la planta segunda o principal se mantiene la configuración de algunos de los despachos, conservando carpintería de puertas y ventanas con herrajes zoomorfos de interés, así como una chimenea de piedra de estética próxima al “art decó”. En las plantas tercera y cuarta, salvo la carpintería vinculada a fachada, los elementos decorativos de interés son escasos, por haberse alterado las distribuciones.

En conclusión, la fachada exterior del antiguo Banco Hispano Americano, posteriormente Banco Central Hispano, del arquitecto Eduardo Adaro, es un elemento auténticamente singular de la arquitectura española de principios del siglo XX, por su acertado y elaborado diseño arquitectónico, por los materiales utilizados y por la calidad del trabajo escultórico, se encuentra casi inalterada y mantiene íntegramente los valores que justificaron la declaración de Bien de Interés Cultural. La ampliación mimética proyectada por Manuel Galíndez en la carrera de San Jerónimo, realizada entre 1941 y 1944 es un elemento perfectamente integrado en la fachada original que respeta la composición de la misma, utilizando como recurso compositivo el desdoblamiento de los elementos que la articulan verticalmente, por lo que merece idéntica protección.

La crujía exterior adyacente a la fachada es un elemento fundamental para la contextualización, correcta utilización y conservación en el tiempo de la fachada exterior, y en lo que respecta a su estructura conserva la mayor parte de los forjados originales, gran parte de las cubiertas inclinadas, el perímetro y posiblemente la estructura del zaguán, junto con elementos decorativos de distintas épocas, razones por las cuales permanece incluida como parte del bien declarado de interés cultural. No obstante, se señala expresamente que se protege la configuración arquitectónica de la crujía exterior, como organización espacial y constructiva vinculada a la fachada, no tanto la materialización de los forjados y estructura vertical de la segunda línea de carga, que han sufrido alteraciones en el tiempo. El zaguán principal del edificio, se protege en su configuración y en la materialidad de posibles elementos ocultos originales.

Las cubiertas primitivas del edificio que se conservan, con estructura de cerchas de acero roblonado y faldones de pizarra con buhardillas y beatas de zinc, quedan asimismo protegidas como objeto de la declaración incluso en las partes ubicadas fuera de la proyección de la fachada y primera crujía.

El resto del inmueble, fuera de la fachada y primera crujía, carece de elementos significativos de interés o valor cultural, por lo que se revoca la declaración de Bien de Interés Cultural en lo que respecta a esa parte del mismo, que tendrá la consideración de entorno de protección del bien, cuya denominación en el futuro será fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano en Madrid.

3. Determinación de la compatibilidad de usos con la correcta conservación del Bien de Interés Cultural

La fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano en Madrid es una construcción regular y homogénea de gran versatilidad, como demuestra la evolución histórica del edificio, que admite otros usos diferentes al actual de oficinas.

4. Estado de conservación del Bien y criterios básicos por los que deben regirse las eventuales intervenciones

La fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano en Madrid, por su situación en el chaflán de la plaza de Canalejas, tiene un importante protagonismo visual desde todo el ámbito de la plaza y algunas calles adyacentes, especialmente la carrera de San Jerónimo, la calle del Príncipe y la calle de Sevilla. Cualquier actuación en el entorno de protección del monumento debe ser objeto de un estudio previo de visuales que asegure el mantenimiento de sus valores arquitectónicos y ambientales.

La fachada exterior del inmueble está, en general, en buenas condiciones, conservando nítida y perfilada la labra de la piedra. La rejería se encuentra en buen estado. La carpintería exterior de madera presenta algunos problemas derivados de la falta de mantenimiento. Las actuaciones que se realicen en la fachada serán tendentes a la restauración de todos sus elementos.

La crujía exterior adyacente a fachada está en buenas condiciones estructurales. La carpintería, herrajes y elementos decorativos que se encuentran en esta crujía se encuentran en estado muy desigual. Aquéllos que se conservan se restaurarán, salvo los que se acredite que son producto de reformas posteriores. Se señala expresamente que se protege la configuración arquitectónica de la crujía exterior, como organización espacial y constructiva vinculada a la fachada, no tanto la materialización de los forjados y estructura vertical de la segunda línea de carga, que han sufrido alteraciones en el tiempo. El zaguán principal del edificio, se protege en su configuración y en la materialidad de posibles elementos ocultos originales.

Las cubiertas primitivas del edificio que se conservan, con estructura de cerchas de acero roblonado y faldones de pizarra con buhardillas y beatas de zinc, quedan asimismo protegidas como objeto de la declaración, incluso en las partes ubicadas fuera de la proyección de la fachada y primera crujía. La cubierta está en buenas condiciones en el sector norte y muy alterada en el sector oeste.

B. DELIMITACIÓN DEL BIEN Y SU ENTORNO

La fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano en Madrid, objeto de protección en la presente modificación de declaración como Bien de Interés Cultural del edificio del Banco Central Hispano en Madrid, ocupa una superficie de 460,88 metros cuadrados. El entorno de protección del bien tiene una superficie de 1,52 hectárea.

El total de superficie protegida a partir de esta modificación de la declaración de Bien de Interés Cultural es de 1,58 hectárea.

1. Delimitación del Bien:

a) Descripción literal de la delimitación:

El bien inmueble objeto de protección está contenido en la parcela catastral P04 de la manzana M06443, y la descripción de sus linderos, girando en sentido de las agujas del reloj, es la siguiente:

Alineación oficial de la calle Sevilla, desde el lindero de separación de los inmuebles números 1 y 3 de dicha calle (P1) en línea recta de 16,80 metros (P2), siguiendo la alineación oficial de la plaza de Canalejas hasta el vértice de la carrera de San Jerónimo en arco de circunferencia de 25,90 metros de desarrollo (P3), continuando hacia el oeste por la alineación oficial de la carrera de San Jerónimo en línea recta de 31,20 metros hasta el lindero de separación de los inmuebles números 7 y 7 bis de dicha calle (P4), girando a la derecha en línea recta de 6,65 metros por el lindero de separación de las parcelas citadas (P5), girando a la derecha en línea recta de 28,20 metros paralela a la alineación oficial de la carrera de San Jerónimo (P6), continuando en arco de circunferencia de 24,50 metros de desarrollo, concéntrico y separado 6,50 metros de la alineación oficial de la plaza de Canalejas (P7), continuando en línea recta de 13,80 metros paralela a la alineación oficial de la calle Sevilla (P8), girando a la derecha siguiendo el lindero de los inmuebles de calle Sevilla, números 1 y 3 en línea recta de 6,50 metros hasta la alineación oficial de dicha calle, punto de inicio de la descripción (P1).

b) Descripción gráfica:

Se adjunta plano de la delimitación.

2. Delimitación del entorno de protección:

a) Descripción literal de la delimitación:

El entorno de protección está constituido por los espacios adyacentes a la fachada y crujía exterior del Banco Hispano Americano, sito en la plaza de Canalejas, número 1, importantes para el mantenimiento, contextualización y percepción del bien objeto de protección. Incluye el resto del inmueble, el viario público de la plaza de Canalejas y las calles Sevilla, Arlabán, carrera de San Jerónimo, calles del Príncipe y de la Cruz, así como un buen número de edificios próximos.

La descripción del entorno, siguiendo el sentido de las agujas del reloj, es la siguiente:

Alineación oficial de la calle Alcalá, desde el lindero de separación de los inmuebles números 8 y 10 (1), parcelas catastrales P04 y P05 de la manzana M06443, continuando hacia el este por la alineación de dicha calle hasta el encuentro en arco ultrasemicircular tangente a las alineaciones oficiales de las calles Alcalá (2) y Sevilla (3), cruzando en perpendicular esta última hasta el lindero de separación de los inmuebles números 6 y 8 (4), parcelas catastrales P05 y P07 de la manzana M07457, siguiendo en línea quebrada por el lindero de ambas parcelas (5) hasta el vértice de separación de las parcelas catastrales P05, P06 y P07 (6), continuando por el lindero de separación de las parcelas P05 y P06 hasta la alineación de la calle Arlabán (7).

Continúa por la alineación oficial norte de dicha calle en dirección oeste (8), cruzando perpendicularmente la calle Arlabán hasta el lindero de separación de los números 4 y 6 (9), parcelas catastrales P01 y P02 de la manzana M07446, siguiendo en línea recta por el lindero hasta la alineación de la carrera de San Jerónimo (10), cruzando en diagonal la calle hasta el lindero de separación de los números 22 y 24 de la carrera de San Jerónimo (11), parcelas catastrales P01 y P03 de la manzana M07438, continúa por la medianera hasta el vértice sur oriental del número 22 (12), donde cambia de dirección para seguir por su costado sur y el del número 3 de la calle del Príncipe (13), parcela 24 de la manzana M07438.

Atraviesa en línea recta la calle del Príncipe hasta el lindero de separación de los números 4 y 6 (14), parcelas P02 y P03 de la manzana M06438, discurre en línea recta por la medianera de las citadas parcelas, y a continuación en línea quebrada (15) por la medianera de las parcelas P25 y P26 hasta la alineación de la calle de la Cruz (16).

Cruza perpendicularmente la calle de la Cruz hasta la esquina de la calle del Pozo (17), continúa por la alineación norte de la calle del Pozo hacia el oeste, por el frente de las fincas 15, 13, 11, 9, 7 y 5 (18) de dicha calle, parcelas catastrales P09, P10, P07, P06, P05, P04 de la manzana M06441, continúa por la medianera de los números 3 y 5 de esa calle, parcelas catastrales P02 y P04 de la manzana M06441, posteriormente por la medianera de los números 8 y 10 de la carrera de San Jerónimo (19), parcelas catastrales P02 y P03 de la manzana M06441.

Atraviesa en diagonal la carrera de San Jerónimo hasta el lindero de los números 5 y 7 de dicha calle (20), parcelas catastrales P07 y P04 de la manzana M06443, continúa en línea recta por el lindero de las dos parcelas hasta el límite con el edificio del número 8 de la calle Alcalá (21), gira hacia el este por la línea de escalonamiento interior de la construcción del edificio de carrera de San Jerónimo, número 7, y Alcalá, número 8, hasta la medianería del edificio de plaza de Canalejas, número 1 (22), parcela P04 de la manzana M06443, y continúa por el lindero de los edificios de calle Alcalá 8 y 10, parcelas catastrales P04 y P05 de la manzana M06443 hasta la alineación oficial de la calle de Alcalá, punto inicial de la descripción (1).

b) Descripción gráfica:

Se adjunta plano de la delimitación.



(03/12.019/13)

Nota: El contenido del texto de la disposición que aquí se muestra no es necesariamente exacto y completo. Únicamente la disposición publicada con firma electrónica, en formato PDF, tiene carácter auténtico y validez oficial.

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