I. COMUNIDAD DE MADRID

D) Anuncios

CONSEJERÍA DE PRESIDENCIA, JUSTICIA Y PORTAVOCÍA DEL GOBIERNO

A instancias de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura (actual Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), conforme a la Orden Ministerial de 22 de diciembre de 2008, se declara la inexportabilidad del óleo sobre lienzo de Francisco de Goya, titulado “San Antonio de Padua”; vista la propuesta emitida por el Área de Catalogación de Bienes Culturales de la Dirección General de Patrimonio Cultural; considerando que la citada obra, merece ser declarada Bien de Interés Cultural por su valor histórico y artístico; de conformidad con lo establecido en el artículo 7 y concordantes de la Ley 3/2013, de 18 de junio, de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, y en virtud de las competencias establecidas en el artículo 26.1.b) del Decreto 192/2015, de 4 de agosto, del Consejo de Gobierno por el que se establece la estructura orgánica de la Consejería de Presidencia, Justicia y Portavocía del Gobierno (BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID de 6 de agosto de 2015),

RESUELVO

Primero

Incoar expediente para la declaración como Bien de Interés Cultural de la pintura titulada “San Antonio de Padua con el Niño Jesús”, de Francisco de Goya y Lucientes, cuya descripción y justificación de los valores que motivan su declaración figuran en el Anexo adjunto.

Segundo

Ordenar que la presente Resolución se notifique a los interesados, a los efectos procedentes, y que se solicite informe a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando que, de conformidad con el artículo 7.3 de la Ley 3/2013, de 8 de junio, de no ser emitido en el mes siguiente a su petición se entenderá en sentido favorable a la declaración.

Tercero

Abrir un período de información pública por un plazo de un mes a contar desde la publicación de la presente Resolución en el BOLETÍN OFICIAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID, durante el cual se dará audiencia a los interesados, al Ayuntamiento de Madrid y al Consejo Regional de Patrimonio Histórico; todo ello a fin de que cuantas personas tengan interés, puedan examinar el expediente, previa cita, en las dependencias de la Dirección General de Patrimonio Cultural, calle Arenal, 18, 28013 de Madrid, y presentar las alegaciones que estimen oportuno.

Cuarto

Ordenar que la presente Resolución se notifique al Registro General de Bienes de Interés Cultural del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y al Registro de Bienes de Interés Cultural de la Comunidad de Madrid, para su anotación preventiva a los efectos procedentes.

Madrid, a 23 de junio de 2017.—La Directora General de Patrimonio Cultural, Paloma Sobrini Sagaseta de Ilurdoz.

ANEXO

DESCRIPCIÓN Y JUSTIFICACIÓN DE LOS VALORES DEL BIEN QUE MOTIVAN SU DECLARACIÓN COMO BIEN DE INTERES CULTURAL

A) Descripción del bien objeto de la declaración

Denominación: San Antonio de Padua con el Niño Jesús.

Denominación accesoria: San Antonio de Padua.

Autor: Francisco de Goya y Lucientes

Escuela: España.

Época: S. XVIII, ha.1785-1790.

Clase de bien: Pintura.

Técnica: Óleo.

Materia: Óleo sobre lienzo.

Medidas: 55 ´ 45 cm.

Estado de conservación: Bueno.

Francisco de Goya y Lucientes (Fuendetodos, Zaragoza, 1746- Burdeos, Francia, 1828) está considerado como uno de los genios de la pintura europea. Su obra, además de ser un resumen de los movimientos estéticos de su época, se adelantó a los nuevos conceptos pictóricos del siglo XIX y prefiguró algunos de los logros de las vanguardias del siglo XX.

No fue un artista precoz ni de maduración rápida. Tampoco fue un intelectual, aunque tuvo una formación importante, capacidad de observación y análisis y trato con grupos sociales influyentes, lo que le permitió ser testigo y cronista de la sociedad de su época. Su obra constituye un precioso documento gráfico de los reinados de Carlos III, Carlos IV, la invasión Napoleónica y primeros años del reinado de Fernando VII.

Practicó diferentes géneros y técnicas con igual maestría. Durante sus años de juventud cultivó especialmente la pintura religiosa, recibiendo numerosos encargos de instituciones eclesiásticas y particulares. Hasta fechas relativamente recientes este aspecto de su obra no ha sido suficientemente valorado, fruto de la imagen romántica y parcial del pintor creada en el siglo XIX.

Sin embargo, la pintura religiosa de Goya es un capítulo esencial para comprender la trayectoria del pintor, ya que abarca toda su vida artística, donde se observa su evolución desde el último barroco hasta el romanticismo incipiente. Se ha señalado en ella la abundancia y variedad de temas, la originalidad de muchas de sus composiciones, la genial recreación de obras ajenas y la emoción o el aliento místico que frecuentemente transmiten. Por todo ello, hay que reconocerle un lugar destacado en la historia y desarrollo de la pintura religiosa.

Dentro de la producción religiosa de Goya, la vida de San Antonio de Padua fue uno de los temas que trató con frecuencia. Al margen del gran ciclo decorativo de la ermita de San Antonio de la Florida, el pintor realizó al menos tres versiones de la Visión del santo, aparición milagrosa del Niño Jesús en su celda, una de ellas perdida en la Guerra Civil de 1936-1939.

El lienzo objeto del presente expediente se denomina en parte de la bibliografía especializada “San Antonio de Padua con el Niño Jesús”, o simplemente “San Antonio de Padua” en la documentación aportada por el Ministerio de Cultura. Se trata de una obra pintada con delicadeza y exquisitez, de carácter devocional íntimo y pequeño formato, faceta del arte de Goya de la que se conservan escasos ejemplos, por su dedicación intensa al retrato y sus obligaciones como pintor de la Corte, que puede adscribirse a su etapa neoclásica.

El santo aparece de medio cuerpo, vestido con el hábito franciscano, sujetando un ramillete de azucenas y acariciando levemente el brazo de Jesús. Su imagen es la de un joven imberbe de tez sonrosada. El Niño está sentado sobre un paño blanco y mira al espectador. Ambos están aislados, envueltos en un halo de luz, sin otras referencias espaciales. La gama cromática es reducida, pero con riqueza de matices en las carnaciones de los personajes. En determinadas zonas aflora la imprimación rojiza del lienzo, lo que revela rapidez en la ejecución. La pincelada es ligera y de longitud variable, nítida y precisa en las azucenas y suave de contornos en el resto.

Aunque el cuadro no está firmado ni fechado, hay acuerdo de atribuirlo a Goya. Así lo afirma la bibliografía especializada, los informes de la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico Español y la Jefe de Conservación de Pintura del siglo XVIII del Museo del Prado en respuesta a la consulta formulada por el Ministerio de Cultura. Ha sido catalogado como obra de Goya por J. Gudiol (1970 y 1985), X. de Salas (1974), J. L. Morales y Marín (1990) y A. Ansón Navarro (2008), entre otros. Los análisis radiológicos realizados recientemente confirman que el cuadro, desde su preparación hasta las últimas capas de pintura, coincide con la técnica segura y directa del pintor.

En cuanto a su cronología, los autores difieren en las fechas. Gudiol lo sitúa entre 1781 y 1785, mientras que Ansón aventura el período 1787-88 por similitudes con los altares del monasterio de Santa Ana de Valladolid. Mena, por su parte, lo supone realizado entre 1785 y 1790.

Se trata de una obra documentada desde mediados del siglo XX, integrada en la antigua Colección Linares de Madrid. Aparece mencionada en la bibliografía especializada y ha figurado en la exposición Del Ebro a Iberia con motivo de la reapertura del Museo Ibercaja Camón Aznar.

Teniendo en cuenta la importancia de Francisco de Goya en la historia de la pintura española y universal, la escasez de obras religiosas de carácter devocional privado del autor, insuficientemente representada en las colecciones públicas españolas, la calidad artística y técnica de la obra, su aceptable estado de conservación, y que está documentada desde hace tiempo en colecciones particulares madrileñas, se considera que la obra “San Antonio de Padua con el Niño Jesús” tiene un destacado valor para el Patrimonio Histórico-Artístico de la Comunidad de Madrid y reúne valores de interés histórico artístico relevantes para su declaración como Bien de Interés Cultural.

Se incoa este expediente a instancias de la Subdirección General de Protección del Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura (actual Ministerio de Educación, Cultura y Deporte), que al declarar la inexportabilidad de la obra, justifica la medida “por tratarse de una obra para la devoción privada, pintada con exquisitez, por lo que tal vez habría que situarla, por la fecha, como un encargo aristocrático. En cuanto a los modelos de las figuras, tanto del Niño como del Santo, se ajustan a los que Goya emplea en la segunda mitad del decenio de 1780”.

B) Estado de conservación del bien y criterios básicos por los que deberán regirse las futuras intervenciones

No presenta faltas en la capa pictórica, aunque ha sufrido una restauración poco afortunada, con retirada de los barnices y las veladuras últimas excesiva que altera las relaciones tonales y espaciales de la composición.

Los criterios a aplicar en restauraciones futuras serán, en todo caso, los de mínima intervención, diferenciación y reversibilidad.

(03/22.742/17)